On November 12th, 1853, during the presidency of General Mariano Arista, a literary contest was held to select the lyrics of the National Anthem. On February 3rd, 1854, the Official Journal of the Federation published the name of the winner: Francisco González Bocanegra, from San Luis Potosí.
At the same time, another competition was held to set music to the lyrics of the National Anthem. A commission was formed to select the music from 15 different compositions. On August 12th, 1854, the composition God and Freedom, by Jaime Nunó, was declared the winner. Jaime Nunó was born in San Juan de las Abadesas, Gerona, Spain, in September 1825.
The National Anthem of the United Mexican States was heard in public for the first time on September 16th 1854.
Words of the National Anthem in English:
Chorus
Mexicans, at the cry of war,
prepare the steel and the steed,
and may the earth shake at its core
to the resounding roar of the cannon.
I
Gird, oh country, your brow with olive
the divine archangel of peace,
for your eternal destiny was written
in the heavens by the hand of God.
But if some strange enemy should dare
to profane your ground with his step,
think, oh beloved country, that heaven
has given you a soldier in every son.
Chorus
II
War, war without truce to any who dare
to tarnish the country’s coat-of-arms! War, war! Take the national pennants
and soak them in waves of blood.
War, war! In the mountain, in the valley,
the cannons thunder in horrid unison
and the resonant echoes
cry out union, liberty!
Chorus
III
Oh country, ‘ere your children
defenseless bend their neck to the yoke,
may your fields be watered with blood,
may they trod upon blood.
And may your temples, palaces and towers
collapse with horrid clamor,
and their ruins live on to say:
This land belonged to a thousand heroes.
Chorus
IV
Oh, country, country, your children swear
to breathe their last in your honor,
if the trumpet with warlike accent
should call them to fight with courage.
For you the olive branches!
A reminder for them of glory!
A laurel of victory for you!
For them a tomb with honor!
Chorus
Mexicans, at the cry of war,
prepare the steel and the steed,
and may the earth shake at its core
to the resounding roar of the cannon.
» Lyrics by Francisco González Bocanegra
» Music by Jaime Nunó
Words of the National Anthem in Spanish:
Coro
Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡oh patria!, tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino,
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo,
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
Coro
II
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡unión, libertad!
Coro
III
Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la patria aquí fue.
Coro
IV
¡Patria, patria! Tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
Coro
Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
» Letra de Francisco González Bocanegra
» Música de Jaime Nunó
This is the unedited original (long) version of the National Anthem:
Coro
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
Estrofas
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas,
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente,
volverán inmortales a ornar.
III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos;
solo encuentre el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
Te defiende la espada terrible,
Y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque el supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la tropa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra:
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a contar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornáranse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
de la Patria en las aras sucumba
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille de gloria la luz.
Y de Iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.
X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva;
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria;
¡un sepulcro para ellos de honor!